Los organismos autótrofos son aquellos que tienen la capacidad de elaborar su propio alimento a partir de sustancias inorgánicas, de manera tal que no necesitan de otros seres vivos para alimentarse.
Entre los organismos autótrofos se encuentran las plantas, las algas y ciertas bacterias.
Clasificación de los organismos autótrofos
Según el tipo de energía utilizada para elaborar su propio alimento, los organismos autótrofos se clasifican en:
FOTOSINTÉTICOS: son aquellos que utilizan la luz solar como fuente de energía para elaborar su propio alimento. Dentro de este grupo se encuentran las plantas, las algas y algunas bacterias (cianobacterias). Estos organismos toman del medio ambiente el dióxido de carbono, el agua y las sales minerales (compuestos inorgánicos) y, utilizando la energía aportada por la luz solar, elaboran su propio alimento mediante un proceso que recibe el nombre de fotosíntesis.

QUIMIOSINTÉTICOS: son aquellos que utilizan la energía producida por la oxidación de compuestos inorgánicos -tales como hidrógeno, hierro, azufre y nitrógeno- para elaborar su propio alimento. Dentro de este grupo se encuentran ciertas bacterias presentes en aguas subterráneas y en algunas zonas de profundidades marinas, como las bacterias incoloras del azufre, las bacterias del nitrógeno, las bacterias del hierro y las bacterias del hidrógeno. Por su capacidad distintiva de crecer en medios estrictamente minerales, en ausencia de luz, estos organismos son denominados frecuentemente quimiolitótrofos (de lithos, roca).
